Si hay algo mágico en Villa Lucía, eso son sus jardines. Un paseo por la antigua finca de recreo de la familia del fabulista Félix María Samaniego, es el mejor aperitivo para disfrutar de una jornada gastronómica.
Los más de 10.000 m2 de espacio entre jardines botánicos con especies traídas desde todo el mundo, las fuentes, las cascadas de agua, los riachuelos, terrazas, esculturas o carpas, pueden ser el marco ideal para tu evento soñado o simplemente un pequeño placer para los sentidos antes de una comida en nuestro asador restaurante.